23 de diciembre de 2023

¿Qué es un CHATBOT?

    Cada día las nuevas tecnologías utilizan de forma más clara y decidida a la Inteligencia Artificial (IA). Y no a todo el mundo le hace esto mucha gracia, incluso hay a quien le asusta, pero casi a todos nos preocupa. Es como si un extraño duende, nuevo y desconocido, y de cuyas intenciones desconfiamos, se estuviera infiltrando en nuestras vidas. 

     Sin embargo, algunos estamos más bien entusiasmados por las nuevas diabluras de ese geniecillo al que llamamos IA. Y nos ocupa más que nos preocupa porque, el muy puñetero, cambia tan deprisa que a uno le falta tiempo para intentar comprender sus nuevos poderes. 
    
     ¿Qué harías tú si en una charla con un amigo te dice… “¡No hombre, pero si la Iglesia ya admitió que el infierno en realidad no existe!”? Y tú te quedas con cara de perplejo irresoluto pensando, “anda leche y yo que, por si acaso, me quería confesar por haber votado al PP en las elecciones andaluzas…” 

     Esa noche no duermes por si el demonio se ha escondido bajo tu cama en forma de gaviota. Y al día siguiente te vas derecho a una biblioteca para esclarecer el atolladero moral-conceptual. 

     Si estuviéramos en tiempos de mi juventud te irías a la mayor biblioteca del pueblo le preguntarías a la bibliotecaria: “Señora quiero algún libro que hable sobre lo que la Iglesia piensa del infierno” La señora, doña Virtudes, te miraría de arriba abajo sospechando si no serías un cura de incógnito del Santo Oficio y sin mediar palabra te señalaría el archivador. El archivador era un mueble de aspecto vetusto y sombrío con cientos de cajoncitos. Pero lo peor es que cada cajoncito contenía miles de fichas. Tú abrías el cajoncito que decía “i” y empezabas a leer fichas: “Ivanhoe”, “Inés del alma mía”, “Ifigenia”, “El Infierno de los enamorados”, “El infierno de Dante”, “10 libros desde el infierno”, “Infierno, Purgatorio y Paraíso” … por aquí, por aquí vamos bien. Y con un poco de suerte en menos de una semana, y sin poder librarte nunca de la mirada inquisidora de doña Virtudes, llegarías a la conclusión de que eso no está escrito en ningún libro. 

     Pero sobre los años 90 aparecieron los BUSCADORES, ¡oh maravilla! Entrabas en Google y te encontrabas con un espacio que te invitaba: “Buscar en Internet…” Entonces le escribías tu duda existencial y en un santiamén te contestaba: “En 0,32 segundos, 12.100 resultados”. Y… efectivamente allí estaban los 12.100 artículos, revistas, blog y periódicos que hablan del tema. En 6.000 de ellos se dice que sí, que en efecto el Papa Francisco así lo dijo, y en los otros 6.100 se dice que no. Que es mentira. Ahora tú, en tan solo uno o dos días de frenética lectura puedes llegar a una conclusión. Habíamos simplificado las cosas, sin duda. 

     Y es que un BUSCADOR o MOTOR DE BÚSQUEDA es una herramienta que te permite buscar y recuperar la información más relevante basada en las palabras clave de tu pregunta. Una auténtica maravilla que te ahorra miles de horas de trabajo y que, si tienes clara la fiabilidad y el sesgo ideológico de las distintas fuentes, puedes alcanzar una conclusión válida. Válida para ti, en función de tu ideología. 

     Pero antes de ayer aparecieron los CHATBOTS. Entras, por ejemplo, en Microsoft y te encuentras en el ángulo superior derecho de tu pantalla un extraño símbolo azul. Picas en él y cambia la zona derecha de la pantalla apareciendo el simbolito más grande y el nombre: “COPILOT” (hace dos días se llamaba BING) y te saluda: “Hola! Puedo hacer aún más que Microsoft Edge (el buscador), pregúntame cualquier cosa…” Y yo, erre que erre, le hice la misma preguntita. En unos cuantos segundos comienza a aparecer en la pantalla un texto, letra por letra, como si alguna persona estuviera contestándote, pulsando su teclado. Y he aquí la respuesta que me dio: 

«Sí, hubo una controversia en torno a este tema. Según un artículo publicado por el diario italiano "La Repubblica", el 29 de marzo de 2018, se afirmó que el Papa Francisco creía que el castigo eterno no es real y que “no existe un infierno en el que sufren las almas de los pecadores para toda la eternidad.” 

 Sin embargo, el Vaticano desmintió rápidamente esta información, aclarando que el encuentro entre el Papa Francisco y el periodista fue una reunión privada y no una entrevista. Aseguraron que las palabras citadas en el artículo eran una reconstrucción del periodista y no una transcripción fiel de las palabras de Papa. 

En numerosas ocasiones, el Papa Francisco ha afirmado la existencia del infierno en sus discursos, homilías y otros mensajes pastorales. Por lo tanto, la doctrina oficial de la Iglesia Católica sobre la existencia del infierno no ha cambiado.» 

     He copipegado solo algunos párrafos que me han parecido los esenciales, porque la respuesta era bastante más amplia y detallada. Además, he suprimido los numerosos enlaces que remitían a los documentos originales consultados. Mi intención es solo mostrar la eficiencia increíble de un chatbot, el ahorro tremendo de tiempo en la búsqueda de repuestas y el lenguaje claro, preciso y amable del ingenio. 

     Si preguntas a un chatbot, ¿Qué es un chatbot?, te contesta así: 

«Chatbot: Es un programa informático que utiliza la inteligencia artificial (IA) para simular conversaciones humanas a través de mensajes de texto. Los chatbots pueden entender y responder automáticamente a las preguntas de los usuarios, simulando una conversación humana. Su objetivo principal es mejorar la experiencia del usuario permitiendo una comunicación rápida, efectiva e inmediata.» 

     Si prefieres otra definición en román paladino yo te diría que ahora para encontrar la respuesta a una pregunta vas a una “biblioteca virtual” que es tu ordenador o tu móvil, le haces la pregunta a la bibliotecaria (el chatbot) y ella no te indica los libros o artículos a consultar, sino que, como se los ha leído todos y los tiene en su memoria, te contesta correctamente, como lo haría un profesor ante la pregunta de un alumno en clase. 

     Claro está que un chatbot, como un profesor, también puede equivocar la respuesta. A mí, como buen científico, me gusta la experimentación así que le he hecho a mi Chatbot algunas preguntas complicadas cuya respuesta conozco perfectamente y… en efecto, en una ocasión, solo en una, se equivocó. Se lo hice saber, me pidió educadísimamente perdón, se puso a informarse de nuevo buscando nuevas fuentes y finalmente me dio la respuesta correcta. 

     Esto nos enseña que los chatbots no son infalibles y es bueno consultar las fuentes que ha utilizado (y que nos ofrece siempre) para confirmar la respuesta. 

     Y otro dato importante: el Chatbot, como los ya antiguos buscadores, solo tienen disponible lo que hay publicado en Internet (y no siempre todo). La información que figura en los libros o informes que no se han transcrito a Internet, no existe para ellos. No olvidemos pues que hay cientos de miles, acaso millones, de libros en las bibliotecas del mundo de los que Internet no tiene constancia. 

     Otro aspecto que me gustaría comentar es sobre si los CHATBOT son realmente inteligentes o no. Sobre esto hay también una gran controversia, y ya hablé de ello en mi artículo anterior. Si nos atenemos al clásico Test de Turing (1), sí que lo son, especialmente el CHAT-GPT, según tengo entendido (yo no los he probado todos). Pero este test se remonta a los años 50 del siglo pasado, hoy los informáticos, ayudados por los lingüistas, han logrado hacer programas que te contestan siguiendo las reglas gramaticales del lenguaje como lo hacemos nosotros y esto hace que parezcan inteligentes. 

     Yo quisiera seguir sospechando que los ordenadores solo usan prestada la inteligencia de sus programadores, pero ya no estoy tan seguro. ¿Qué ha cambiado con la aparición de la IA? Los expertos en ella dicen que: “la inteligencia artificial (IA) es una disciplina y un conjunto de capacidades cognoscitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos o combinaciones de algoritmos cuyo propósito es la creación de máquinas que imiten la inteligencia humana para realizar tareas, y que puedan mejorar conforme recopilan información”. Pero esta es una respuesta un tanto "política", digamos que para no asustar. Traduciendo al castellano; no solo hay otra tecnología que ya no se basa en un microprocesador con capacidades mejoradas, sino en redes de centenares de microprocesadores interconectados que imitan la estructura del cerebro. Redes que, además, se nutren de centenares, de programas anteriores que se combinan para trabajar conjuntamente. Si recordamos que cada programa es la expresión de la inteligencia de un grupo de programadores, la combinación de todos implica que la máquina está utilizando “prestada” la inteligencia de miles, de programadores que trabajaron durante 55 años (2).

     Si con esta ciencia y esta tecnología acumulativas no logramos una máquina que parezca “humana” en ciertos sentidos, es que estamos durmiendo la siesta. 

     ¿Pero qué es la inteligencia humana? La inteligencia se define como una cualidad mental que consiste en la capacidad para aprender de la experiencia, resolver problemas y utilizar el conocimiento para adaptarse a las situaciones nuevas. Es la aptitud de las personas para desarrollar pensamiento abstracto y razonar, comprender ideas complejas, resolver problemas y superar obstáculos, aprender de la experiencia y adaptarse al ambiente. 

     La IA está acercándose a algunas de estas cualidades, como aprender de la experiencia y resolver algunos, muchos, tipos de problemas, comprender lo escrito y hablar casi como las personas. Por esto asusta y preocupa. Pero le queda un largo camino, más bien larguísimo, para que realmente pueda preocuparnos. 

     No obstante, yo sospecho que con las redes de microprocesadores imitando el orden de un cerebro se está logrando acercarse cada día más a eso que llamamos “propiedades emergentes”. Son propiedades de una comunidad que no se aprecian en los individuos que la forman y que se hacen evidentes únicamente cuando coexisten grandes poblaciones en un espacio dado. Y cuando hablamos de “poblaciones” podemos referirnos a personas, monos, hormigas, abejas, Pero también a microprocesadores, incluso a las moléculas. 

    Como químico os puedo explicar que, como ya sabéis, cuando se unen dos átomos de hidrógeno con uno de oxígeno se forma una molécula de agua. Pues bien, las propiedades de esta molécula no se parecen en nada a las de los átomos que la forman. Es más, cuando se unen muchas moléculas de agua forman un líquido con propiedades distintas a cada una de sus moléculas. El 60% de tu peso es agua, pero esa agua no se comporta como la del río Guadalquivir. Al estar “asociada” a otros colectivos de moléculas adquiere propiedades emergentes nuevas. El agua que hay en tu cerebro (70% en peso) no se comporta como la que hay en tu vejiga de la orina. Y, por finalizar, el comportamiento de nuestro cerebro no se parece en nada al de cada una de nuestras neuronas. Una neurona no puede recordar el cuadro de las Meninas, ni comprender lo que es la belleza... por decir algo.

     ¿Estamos logrando, con estas redes de chips, la nueva tecnología que está dando origen a la IA? ¿Y es la Inteligencia Artificial un comportamiento emergente que empieza a parecerse en algunos aspectos de nuestro cerebro?


 NOTAS: (1) Turing, en 1950, pensó que una máquina podría considerarse inteligente si tras conversar con ella no podía distinguirse de un ser humano. Es el matemático inglés que logró descifrar el código de la máquina Enigma, con la que los alemanes en la Segunda Guerra Mundial enviaban sus mensajes secretos. Puede decirse que es el que "inventó" la informática. Fue procesado y condenado por el gobierno británico por ser homosexual. Murió envenenado con cianuro de forma poco clara a los 41 años. 

(2) Internet nació en el año 1969 con la creación de ARPAnet, una rede informática que permitió conectar a diversas universidades norteamericanas. Por lo tanto, hasta 2004, Internet tiene 55 años.

18 de abril de 2023

La INTELIGENCIA ARTIFICIAL comienza a ser inteligencia

Alegoría de la I.A.
Alegoría de la I.A. Imagen obtenida desde el programa de IA: Estable Diffusion.

    Hasta hace muy poco tiempo yo afirmaba a quien me quisiera oír que la Inteligencia Artificial (IA) no era más que un nombre tan fantástico como falso, basado en un sueño, no en una realidad. Hubiera explicado que los ordenadores son unas máquinas electrónicas capaces de utilizar prestada la inteligencia de su programador, nada más... y nada menos. Os hubiera dicho, además, que la informática es una rama de la ciencia y la tecnología que, como sus progenitores, tiene la virtud de acumular el conocimiento. Por explicarlo de forma simplista: ese coche que duerme en vuestra cochera acumula en su fabricación, desde las leyes de la cinemática de Galileo, pasando por la dinámica de Newton y la relatividad de Einstein a la mecánica cuántica más reciente. Pese a lo cual, hoy los fabricamos como churros. Lo mismo ocurre con la informática y sus ordenadores, teléfonos móviles, etc. Cada nuevo programa se fabrica acumulando conocimientos adquiridos en los anteriores, como se usan los ladrillos, las vigas o las ventanas, para construir una casa.

   

        * ¿Cuándo nace la I.A.? 

   Fue en la década de 1950 cuando un ordenador logró vencer a los humanos jugando a las damas (el "Defense Calculator" que ocupaba una habitación entera) lo que hizo saltar la fantasía de que en unas décadas los ordenadores superarían al cerebro humano. Pero... ¡menos lobos! 

   Pasaron las décadas y los investigadores comprendieron que la mayor velocidad de cómputo y las grandes cantidades de datos manejadas no bastaban para el empeño. Y vino la desilusión y casi el abandono de la fábula de la I.A. No obstante, 46 años más tarde, IBM fabricó un supercomputador llamado "DeepBlue", solo para jugar al ajedrez, y venció al campeón mundial Kasparov en 1996. El aparatito contaba con 32 procesadores de 120 MHz cada uno y utilizaba la fuerza bruta calculando 200 millones de jugadas por segundo, elegía las mejores y ganaba. Pese al triunfo y el asombro de la gente, para los investigadores, con él quedó demostrado definitivamente que por este camino jamás se llegaría a la meta.

   

        * Aprendizaje profundo y propiedades emergentes.

   Hubieron de pasar algunos años más y llegar al 2005 para que apareciera un nuevo concepto informático que hiciera renacer las ilusiones. Convencidos que un chip, por muy rápido y maravilloso que fuese, jamás sería capaz de emular ni de lejos al coco humano. Los investigadores intentaron montar estructuras electrónicas simulando las cerebrales. ¿Y cuál es la estructura del cerebro? Pues miles de millones de neuronas conectadas en complejísimas redes de modo que se comunican todas con todas. Naturalmente que emular esto sería pura fantasía, pero sí que se podrían montar redes modestitas con unas cuantas decenas, centenares o miles de chip y ver qué pasa. 

   La nueva técnica llamada "aprendizaje profundo" consiste en montar redes neuronales artificiales que no funcionan como las del cerebro, claro, pero están basadas en principios matemáticos que se le aproximan, aunque remotamente, y que mostraron tener una sorprendente propiedad: son capaces de APRENDER. Pueden aprender a partir de una serie de ejemplos que se les presentan y correcciones que se les hacen cuando erran o aciertan. 

Un perceptrón (5) 

   Curiosamente no existe todavía ningún algoritmo que sea capaz de suministrar a la máquina la propiedad de aprender, así que el proceso es estrictamente experimental, de prueba y error. Se monta la red y se prueba. Si no funciona hay que modificarla, o montar otra. ¡Pura alquimia! 

   Esto es exactamente lo que hacían los alquimistas medievales, no tenían puñetera idea de química, pero lograron fabricar el ácido nítrico, el clorhídrico, el sulfúrico, el fósforo, el sulfato de amonio, el alcohol, la sosa, el agua regia que podía disolver al oro... y toda clase de pócimas que vendían como medicamentos milagrosos. Pues en esto se han convertido nuestros investigadores informáticos más avanzados. De ahí el terror con que estamos contemplando sus manipulaciones.

   El aprendizaje que se está logrando con estas redes neuronales artificiales es pues una típica PROPIEDAD EMERGENTE, surge de la red, sin que nadie sepa muy bien cómo ni porqué, son atributos que surgen del funcionamiento de un sistema complejo y que no se pueden deducir de las propiedades de cada uno de los componentes. Algunos físicos llevan ya tiempo con la mosca detrás de la oreja sobre este tipo de propiedades que abundan en los sistemas biológicos; plantas y animales. Por ejemplo, una colonia de hormigas tiene propiedades emergentes que no tienen las hormigas individualmente. Del comportamiento individual de cada hormiga no se puede adivinar la complejidad de la colonia. La acción colectiva de estas produce un comportamiento global increíble. La conciencia del ser humano es una propiedad emergente de nuestro cerebro, como lo son la inteligencia, la memoria, el lenguaje, la empatía, el miedo, la alegría y tantas otras. Ninguna de estas cualidades puede deducirse del funcionamiento de cualquier neurona aislada. Solo surgen cuando funcionan todas juntas.

   Ya el gran físico y matemático Roger Penrose (1) en 1989 escribió un libro "La nueva mente del emperador" en la que sostiene que estas propiedades tan extrañas no es posible describirlas con ningún algoritmo matemático, al contrario de lo que ocurre con el resto de las propiedades físicas del universo que pueden ser expresadas mediante fórmulas, a veces incluso sencillas. Recordad aquella famosa: e = mc² con la que se explica cualitativa y cuantitativamente que materia y energía son la misma cosa y se pueden convertir la una en la otra. Pienso, modestamente, que, si logra averiguarse de dónde surgen estas propiedades emergentes, y su naturaleza, podríamos estar a las puertas de una nueva y gran revolución científica. La IA podría ser corresponsable del descubrimiento puesto que su desarrollo se basa en este fenómeno emergente y está movilizando miles de millones de dólares en investigación. Lo que jamás ha ocurrido para investigar nuestra materia gris.

   

        * ¿Pero qué hace la IA? ¿A qué tanto revuelo?

   En mi opinión las alarmas han saltado porque por primera vez se han construido sistemas electrónicos capaces de APRENDER. Y esto causa recelo, incluso temor. ¿Cuánto tiempo tardarán en saber más que nosotros? 

   AlphaGo diseñada por DeepMind (de Google), derrotó a Lee Se-dol, el campeón mundial de "Go" (un juego más complejo que el ajedrez) en 2016 en Seúl. Estaba formada por 12 capas de neuronas artificiales con millones de conexiones entre sí. Fue entrenada con miles de jugadas bajadas de internet, durante dos años. Pero AlphaGo Zero, su sucesora, aprendió a jugar sola, solo con las reglas del juego, jugando consigo misma y aprendiendo de sus propios errores. Estuvo lista tras solo unos días y cinco millones de partidas (2).

Autor:Deb's. Obtenida con Dream Wombo, de IA.  

   Wombo, Stable Diffusion, DAL-E, son programas de I.A. que pueden crear imágenes realistas y del estilo pictórico que se les pida, a partir de una descripción de texto. Se les puede decir: "Hazme un retrato al estilo de "Mona Lisa" con la cara de Marilyn Monroe" y lo tendrás en unos segundos. He utilizado algunos de estos programas y estoy convencido que serán una gran herramienta para incrementar notablemente la creatividad de nuestros pintores.

Autor: Denice, programa de IA: DDG Tex2 Dream.
   Watson Assistant, Genesys DX, Rulai, LivePerson, son programas para charlar. Se les llama "chatbot" de I.A. "Comprenden" lo que les preguntas y te contestan usando el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje para responderte en un lenguaje natural y humano. Alguno de ellos parece que ya ha superado el test de Turing. (3)

   Hay programas de reconocimiento facial, otros para leer, para escribir, para diagnosticar en medicina, para el tratamiento de algunas enfermedades, para la agricultura, la ingeniería... Lo difícil hoy es encontrar un campo donde no esté ya más o menos implicada la IA. Y todo esto ha ocurrido en los últimos 2-3 años. ¿Comprende ahora por qué la gente está asustada?

   

        * ¿Y estos progresos a dónde nos llevan? 

   Es evidente que el progreso científico y tecnológico es tan innegable y rápido que incluso nos aturde y lo que es peor, nos hace dudar de nuestro futuro inmediato. 

   Cuatro mil expertos e intelectuales han firmado una carta abierta pidiendo el cese de la investigación en IA durante al menos 6 meses, (4) para que dé tiempo a legislar sobre los posibles problemas que causará. Lo que, aparte de ser una gran tontada (porque si algunos dejan la investigación otros la continuarán y los primeros perderán la carrera) porque no se puede legislar para regular los problemas que aún no han surgido, por más que sean previsibles. Todo avance implica la aparición de otros problemas, aunque, normalmente, de menor rango. Los coches nos han dado una enorme libertad de movimientos y se han multiplicado por millones, pero producen problemas: contaminación, accidentes, muertes, ¿Pero eso nos ha llevado a pensar en eliminarlos? Solo en mejorarlos, en cambiar sus motores, en legislar para evitar los problemas que se van produciendo. 

   Se me ha ocurrido preguntar a Bing (el motor de búsqueda apoyado en IA, de Microsoft) ¿Qué país del mundo ha legislado para prevenir males futuros que aún no se hayan producido? Y tras unos largos segundos me ha respondido: "No se encontró información específica sobre este tema".

   ¿Avanzamos? Sí. Demasiado, y demasiado deprisa.

    ¿Pero hacia dónde? 

   ¿Y ..., en qué época de la historia, la humanidad ha sabido hacia dónde iba? 


      Manuel Reyes Camacho

NOTAS:

(1) Roger Penrose es un famoso físico y matemático inglés, hoy profesor emérito de Oxford. Premio Nobel de física en 2020 por su trabajo sobre los agujeros negros. Con grandes trabajos en relatividad y cosmología. Trabajó con Stephen Hawking.

(2) AlphaGo Zero: Discovering new knowledge - Bing video 

Documental AlphaGo (subtítulos en español) - Bing video

(3) Turing, en 1950, pensó que una máquina podría considerarse inteligente si tras conversar con ella no podía distinguirse de un ser humano. Es el matemático inglés que logró descifrar el código de la máquina Enigma, con la que los alemanes en la Segunda Guerra Mundial enviaban sus mensajes secretos. Puede decirse que es el que "inventó" la informática. Fue procesado y condenado por el gobierno británico por ser homosexual. Murió envenenado con cianuro de forma poco clara a los 41 años. 

(4) Entre ellos Elon Musk, de Tesla, que ahora ha informado que pretende lanzar una IA propia en breve y que ya desarrolla activamente robots humanoides para realizar tareas básicas. Elon Musk es un ingeniero y empresario americano jefe de SpaceX que está compitiendo con la NASA, cofundador de OpenAI y otras muchas empresas, tiene hoy unos 140 mil millones de dólares.

(5) Un perceptrón es un chip que funciona de forma remotamente parecida a una neurona mediante un algoritmo matemático.

12 de abril de 2022

Teoría del mal

 ¿Qué es el mal?


Con el sufrimiento que nos está provocando la invasión de Ucrania y los crímenes que a diario allí se cometen no es probable que haya todavía alguien que dude de la existencia real del mal. Y tampoco me extrañaría que haya otras muchas personas que, como yo, nunca se habían planteado antes esta problemática. ¿Pero qué es EL MAL?

              El tema es casi tan antiguo como la sociedad. Ya los maniqueos entendían que había dos principios que emanaban de Dios: el bien y el mal. Lo que ya rechazó San Agustín por considerar que la maldad no podía provenir de Dios que es solo bondad. Pero entonces ¿qué es el mal, cuál es su origen? Y llega a la conclusión de que el mal no tiene existencia en sentido ontológico, no tierne existencia real, física. Consideraba dos formas de maldad: la maldad moral y la natural. La primera es la que generan los hombres por voluntad propia y a sabiendas de que están haciendo el mal, y puede existir puesto que Dios nos creó libres y por tanto tenemos capacidad de elegir entre la bondad y la maldad. La maldad natural es la debida a la naturaleza: terremotos, tormentas, volcanes, enfermedades, etc.

              A mí, como hombre de ciencias, no me atraen las utopías literarias, religiosas, ni filosóficas, prefiero aferrarme al tubo de ensayo y la probeta. Aunque hay que reconocer que San Agustín no iba nada descaminado, pese a su época (S.IV). No obstante yo prefiero estudiar el problema desde la biología que es la ciencia que conoce  ̶̶ porque investiga̶  nuestra naturaleza y existencia. Por tanto hay que enfocar el tema, no hay que preguntarse por EL MAL, que es solo un concepto, una elaboración mental, hay que preguntarse por LA GENTE MALVADA, que es lo que realmente existe y que ya había observado S. Agustín.

              El otro escalón por saltar es huir del planteamiento ético-moral del problema. ¿La gente malvada lo es por ignorar la ética y las normas morales? ¿Si hubiera tenido una infancia feliz y una buena educación no sería malvada? No soy especialista en el tema, pero por lo que he leído sobre él parece estar claro que no es así. Aunque tampoco nadie niega que el ambiente familiar, la educación y el entorno social, seguramente influyen.

              Se trata de un tema de comportamiento y, por tanto, habrá que buscar información en psicología y psiquiatría. Y, habría que comenzar diciendo que en estas especialidades se piensa que lo ético, lo moral, no es simplemente una cuestión cultural, social, o religiosa sino que tiene un soporte neurobiológico evidente. Primero se nace y después se hace. Como decía Ortega: “Yo soy yo y mis circunstancias”. Hay personas que, independientemente de su educación, tienen un alto sentido ético, y también hay gente malvada. Los psiquiatras engloban a estas últimas personas dentro del grupo de los psicópatas. En el artículo “Psicópatas anónimos”, de Francisco Traver (1), he leído que “los psicópatas no son enfermos, pero están locos”. Es una frase feliz que dice en pocas palabras lo que algunos psiquiatras necesitan muchas páginas para explicar. También que la psicopatía es un hecho biológico con repercusiones sociales y, por tanto, morales. Pero que nadie nace queriendo ser un psicópata, como nadie elige su sexualidad.

              El Dr. Traver nos habla de tres trastornos, tres patologías (que no enfermedades, puesto que no hay en ellas nada clínico que tratar) a las que llama “la triada oscura”: Narcisismo, Maquiavelismo y Psicopatía. Sus cualidades son:

 

              En este esquema podemos ver las principales características de cada una de estas tres no-enfermedades, y el autor nos advierte que si bien hay narcisistas que no son psicópatas, todos los psicópatas son narcisistas en mayor o menor medida. Y que narcisistas y maquiavélicos suelen compartir muchas características. Por cierto que, si os ponéis a mirar con atención, estos rasgos son fácilmente identificables en muchos políticos conocidos.

              Robert Hare, en su libro “Sin conciencia” (3), explica que en nuestra sociedad existen del orden del 1% de psicópatas, la mayoría de los cuales son en la práctica psicópatas anónimos. La mayor parte de ellos son aquellos que solemos etiquetar como estafadores, maltratadores, acosadores, violadores, etc. Pero que pueden pasar a mayores en determinadas circunstancias, como son los crímenes de género. Y añade que si sumamos los pertenecientes a las tres psicopatías mencionadas podemos alcanzar hasta un 7% de la población (frente al 15-20% de enfermos mentales). Pese a este pequeño porcentaje en la sociedad general, si hiciéramos la estadística entre los que ocupan altos cargos en las empresas y en la política seguramente comprobaríamos que aquí el porcentaje es extremadamente más alto.

        Sirva lo anterior como introducción para discernir el origen del MAL. ¿De dónde viene EL MAL?  Parece que hoy tenemos claro que son los psicópatas los principales actores. Y viene de su comportamiento y de las acciones que realizan en beneficio propio con el fin de obtener el poder, la dominación, la riqueza o la fama. Los psicópatas carecen de empatía, no sienten el dolor ni la alegría de los demás, carecen en absoluto de valores morales y por ello juegan con ventaja en la sociedad porque no les importa mentir, prometer, embaucar, fingir y, por tanto, engañan y se aprovechan de los demás para lograr sus fines sin experimentar escrúpulos, ni compasión, ni culpa.

        Traver, en “El clúster psicopático” (2), explica que el término psicópata es una idea fractal y ocurre en cualquier escala social, así hay psicópatas:

•            En los patios de los colegios. Son los abusadores de otros niños siempre acompañados de adláteres que les ríen las gracias y que imitan a sus “superiores”.

•            Los pandilleros que se ocupan de robos y dar palizas siempre acompañados de otros más débiles que siguen al jefe.

•            Los empresarios, jefes, capataces que acosan a sus empleados.

•            Las manadas de violadores en grupo, siempre comandadas por un psicópata.

•            Los maltratadores domésticos, que actúan en solitario y que pueden asesinar a su pareja en un momento determinado.

•            Los asesinos en serie o asesinos sexuales, que operan en solitario.

•            Los que cometen crímenes en masa, como esos chicos que atacan a sus compañeros en el colegio.

•            Los políticos o militares que cometen crímenes de estado o de lesa humanidad o genocidio.

        Hay escalas bien distintas, cada una con sus características, pero con un denominador común: En todas ella hay un perpetrador psicopático y una serie de cómplices que ayudan o miran para otro lado.

        Y esta última es la causa que motivó mi interés: LA MALDAD APLICADA A LA POLÍTICA. La maldad de personajes como Putin, o como lo fueron Hitler, Stalin, Bush, y tantos otros. Psicópatas malignos que alcanzaron el poder, a veces incluso de modo democrático, que fueron adorados por sus países y que envenenaron a sus sociedades con su maldad y causaron y siguen causando tragedias humanas inenarrables.

        El estudioso que ha llamado más mi atención en este terreno es el psiquiatra polaco Andrzej Lobaczewski, autor del libro: “Ponerología política” (4). Quien junto con otros compañeros suyos estudió el cambio político y social que experimentó su país tras la ocupación rusa, terminada la segunda Guerra Mundial. Creó el término ponerología (del griego “poneros”, el mal. Ponerología: estudio del mal). Lobaczewski se empeñó en comprender por qué las personas “malvadas” parecen prosperar, mientras que muchas personas buenas y morales luchan por tener éxito sin lograrlo en muchas ocasiones. Quería entender por qué los psicópatas se elevan tan fácilmente a posiciones de poder y se hacen cargo de los gobiernos de los países.

        Tuvo que quemar el primer manual de su libro porque el gobierno polaco tuvo referencias del trabajo y los servicios secretos vinieron a por él. Por fortuna consiguió información a tiempo de quemarlo. Para editarlo se vio obligado a emigrar a EEUU, donde tampoco le resultó nada fácil. Creo que tardó más de 20 años en conseguirlo, y en la reescritura, de memoria, perdió mucha de la documentación inicial que había quemado en Polonia. Pese a todo, el libro es una joya y una referencia dentro de la psico-patología política. En él se desmigaja cómo evoluciona el proceso desde que un psicópata logra el poder y se rodea de un grupo de psicópatas en su gobierno. Se desgranan los recursos y procesos que utilizan para lograr el poder absoluto y cómo despliegan el veneno psicopático por todo el país hasta lograr lo que él definió como una “patocracia”.

        El término “patocracia”, (del griego “pathos”, dolor, sufrimiento) designa un sistema de gobierno creado por una pequeña minoría patológica que toma el control de una sociedad de personas normales. En estos países los medios de comunicación son controlados, desaparece la libertad de expresión, desaparecen paulatinamente los valores morales porque se convierte en una sociedad egoísta donde prevalece el interés propio y desaparece la generosidad y la empatía. La corrupción se generaliza, la ideología es única y fanática. Se controla la actividad y el pensamiento de los ciudadanos. Se produce una legislación arbitraria, injusta e inflexible. Los ciudadanos se consideran “recursos” (recursos humanos), no personas, de los que se puede disponer. El estado viola los derechos humanos con detenciones sin cargos, torturas policiales. Todo lo cual acaba provocando desigualdades extremas entre ricos y pobres y una histeria colectiva cada vez más generalizada donde la gente imita los caracteres psicopáticos de sus dirigentes.

        Las patocracias abundan en la historia de todos los países y sin duda son el mayor problema que la humanidad ha tenido, tiene y, si no somos capaces de tomar conciencia de ello, seguirá teniendo. Es por lo que este libro de Lobaczewski me ha parecido esencial y revelador del mecanismo por el que se llega a sociedades que, por desgracia, conocemos. Un libro reciente donde se aprecia con todo detalle este proceso es “Los hombres de Putin” de Catherine Belton (5).

              Pienso ahora que si no somos capaces de idear procedimientos que nos permitan detectar a los psicópatas e impedir que escalen en los partidos políticos hasta alcanzar el poder, nuestras frágiles democracias estarán en peligro de fractura en cualquier momento inesperado.

 

 Bibliografía:

(1) Francisco Traver; “Psicópatas anónimos” Blog: Neurociencia-Neurocultura.  Psicópatas anónimos | neurociencia neurocultura (wordpress.com)

(2) Francisco Traver; “El clúster psicopático” Blog: Neurociencia-Neurocultura. El cluster psicopático | neurociencia neurocultura (wordpress.com)

(3) Robert D. Hare. “Sin conciencia: el inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean”. ISBN 978-84-4931-361-5 Ed. Paidós. Psicología hoy. 2003

(4) Lobaczewski, Andrzej, “La ponerología política”, ISBN 10: 2916721509 / ISBN 13: 978-29-1672-150-7; Editorial: SARL Les Editions Pilule rouge, 2013.

(5) Catherine Belton, "Los hombres de Putin", Ediciones Península, 2022. ISBN 978-84-1100-069-7

21 de marzo de 2022

Otra vez el Sáhara

Estamos intentando rehacernos del bombazo que nuestro maquiavélico Pedro Sánchez acaba de lanzar aceptando la propuesta marroquí de ceder el territorio del Sáhara a Marruecos como una región con cierta autonomía. Pese a la sorpresa hay que reconocer que no es nada nuevo porque ya Zapatero la había aceptado en principio, aunque no llegó a realizarse, y Rajoy nunca la desmintió ni tampoco hizo nada. Pero gracias a ello durante estos dos mandatos gozamos de una relativa paz y tranquilidad con el vecino.

También sabemos que EEUU, Francia y Alemania hace tiempo que están por esta propuesta y que Europa no está interesada en absoluto en tener una guerra en el este y un conflicto belicoso en el sur, por lo que hace tiempo está presionando a España para que solucione el tema. Y yo sospecho que la “tournée” de Sánchez por Europa ha tenido una respuesta muy simple: “Si tú necesitas resolver el problema del gas con las eléctricas, nosotros necesitamos que resuelvas el conflicto con Marruecos, ya”.

Lógicamente este notición da pie a toda la oposición para montar la tangana y a la ultra izquierda otro tanto pero con bombo y platillo. Y, por qué no decirlo, a los periodistas para hacer caja.

He de reconocer que yo también, durante un tiempo, fui partidario de la autodeterminación de los saharauis. No sabría si por aquello de que era una reivindicación de las izquierdas o por aquello otro del buenismo nacional, pero hoy estoy convencido de que esto es una fantasía como la de Alicia o la de Caperucita Roja. Y las razones son varias:

a)          Los saharauis no tienen población suficiente para formar un estado. Su población no pasa de los 90.000 habitantes, tribus seminómadas en su mayoría, y su territorio es tan grande como Marruecos, que tiene 37 millones. Además, en territorio del Sáhara propiamente dicho solo quedan parte de los guerrilleros del Frente Polisario, (deslocalizados) y el resto está en los campamentos de Tiduf, en Argelia, donde han nacido la mayoría de ellos que, por tanto, ya no son saharauis sino argelinos.

b)          El referendo es imposible. ¿Cómo podría realizarse un referéndum de autodeterminación en un territorio desértico sin población? ¿Aceptaría Marruecos que votaran los habitantes de Tinduf, en Argelia, siendo la mayoría argelinos? ¿Tendría valor internacional este referendo?

c)          No tienen ejército para defenderse de Marruecos. Con la “Marcha Verde” (1975), Marruecos invadió el territorio civilmente, pero después lo tomó militarmente con un despliegue impresionante que ha establecido muros minados y militarizados de más de 2.000 km. El frente Polisario es un simple grupo guerrillero que surgió para defenderse de España (sus colonos) y en sus primeras envestidas fueron casi eliminados por la legión española en tiempos de Franco. Luego resurgieron y, tras la retirada española, en la década de 1977 a 1987, secuestraron y mataron a pescadores españoles que se acercaban a faenar en sus costas. Ahora luchan contra Marruecos y Mauritania, siempre apoyados por Argelia.

d)          España hizo ya la cesión del territorio. Históricamente Marruecos afirma que el territorio era de su dominio cuando fue colonizado por España en el reparto que los países europeos se hicieron de África (finales del siglo XIX). Y es cierto porque antes de esto el Sáhara era solo una ruta para camelleros y que estaba bajo el dominio o el control del reino de Marruecos. En la actualidad, España, tras la Marcha Verde, y por el rey Juan Carlos I, que entonces tenía todos los poderes de Franco, negoció junto con Kissinger (EEUU), la cesión de la soberanía del territorio a Marruecos y Mauritania a cambio de la paz y apoyo político de EEUU. ¡El rey tenía que consolidarse!

e)          El territorio es rico, pero ellos no tienen posibilidad de mantener ni explotar su tesoro. Hace unos años escribí un artículo sobre ello titulado: “El Sáhara Occidental, o la desgracia de ser ricos” os remito a él.

Por todo ello hoy considero que llevar a la práctica el acuerdo que tácitamente está hecho y consensuado por todas las partes interesadas (quizá salvo Mauritania y Argelia) nos acarrearía grandes beneficios políticos, económicos, migratorios y, sobre todas las cosas, LA PAZ. Especialmente si en el trato entra algún compromiso marroquí de no reivindicar Ceuta y Melilla ante la ONU, donde el tema está congelado. No olvidemos que estas dos ciudades solo son consideradas españolas por los españoles, no para la OTAN, por ejemplo. Si entráramos en conflicto con Marruecos tendríamos que entendérnosla nosotros solitos, África no es territorio OTAN, la OTAN no intervendría.


Manuel Reyes Camacho

Otro punto de vista: "El Sáhara, problema eterno". Arcadio, diciembre 2020. http://aerrece.blogspot.com/2020/12/el-sahara-problema-eterno.htm 


11 de marzo de 2022

Ucrania y 11-M

 


Hoy conmemoramos más tristemente que nunca aquella fatídica fecha en que 192 personas perdieron la vida y casi 2000 fueron salvajemente heridas, sin que nadie entonces supiera por qué, ni por quién.

Pero con el tiempo todo se sabe y hoy nos hace reflexionar con profunda tristeza en la relatividad de nuestra conciencia y de nuestra percepción del mundo que nos rodea. No soy ni tan siquiera aficionado a la historia y por eso tengo miedo de abordar temas como este, temo hacer quizá un relato erróneo. Simplemente comentaré aquello que yo recuerdo, con alguna fecha, nombre o dato prestado de Google.

El tremendo y espectacular atentado del 11-S de 2001 en EEUU, el de las Torres Gemelas, dejó conmocionado al mundo. Comprensiblemente los americanos buscaron venganza durante años. En 2003 Bush encontró un enemigo creíble: Sadam Husein, quien cometía crímenes de guerra sin cuento, incluso contra su propio pueblo. Era el malo de la película de la época y Bush inventó un cuento casi creíble: Estaba fabricando o almacenando “armas de destrucción masiva”, era un peligro para el mundo y había que pararle los pies. ¿Cómo? Quizá con una “Guerra preventiva…” Lo que era una nomenclatura original para evitar el sinónimo correcto: invasión de Irak, un país libre que no se había metido con EEUU ni con Europa. Pero Bush, astutamente buscó el apoyo de otros líderes occidentales para no ir solo, y, asombrosamente, los encontró: Toni Blair por el Reino Unido y Aznar, por España, ambos andaban escasitos de popularidad y esto les venía de perlas para peer en botija, como se dice en mi pueblo.

Fue una guerra relámpago espectacular donde el ejército americano liquidó toda la defensa iraquí en dos o tres días. Pero después vino el horror, la invasión y ocupación del país que duró desde el 20 de marzo de 2003 hasta finales del 2011. Nueve años de espanto que incluyeron la ejecución de Sadam Husein, la colocación de un gobierno títere, la insurgencia de grupos terroristas como Al Qaeda, el Estado Islámico, y otras de menor calado, crisis humanitaria, millones de refugiados, cientos de miles de muertos… ¿Os suena esto de algo en las noticias de hoy, de cada día?

Y la respuesta de los terroristas no se hizo esperar. Del 20 de marzo de 2003, día de la invasión de Irak, al 11 de Marzo de 2004: Atocha, Madrid. Preferible no recordar. Al Qaeda, el Grupo Islámico de Combate Marroquí…

¿Y por qué España si los invasores fuimos tres? Se han escrito decenas de libros sobre ello y casi cada uno esgrime unas razonas. Pero sea por la razón que sea, nos tocó a nosotros la china.

Hoy estamos angustiados viendo cómo Putin está invadiendo Ucrania. No ha necesitado cómplices porque él es un dictador absoluto y no teme la crítica de nadie. Ha inventado un cuento: En Ucrania hay un gobierno nazi, muy peligroso (curiosamente el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, es de origen judío, pero eso no importa) y está maltratando a su población, así que hay que acudir en su ayuda. Por eso ha colocado a la mayor parte de su ejército en la frontera y está arrasando al país. Y nosotros estamos escandalizados, angustiados, pero, ¿Cómo se atreve a invadir un país libre, soberano que no le ha agredido, y masacrar a su población?

No hay memoria de una atrocidad semejante…

¿O si la hay, y ni siquiera es necesario remontarse a Hitler?

Es por lo que este 11-M de 2022 me ha puesto profundamente triste y desconcertado.

Manuel Reyes